Recuerdos del pasado.

 Era invierno, sentía el pasto pinchando mis pies descalzos; atravesé el bosque y llegue a el claro. No había cambiado desde aquel día... El viento chocaba contra mis oídos. Recuerdos y recuerdos resonaban en mi mente, desde hacia tiempo. Años intentando olvidar, años intentando reír y dejar el pasado atrás.

 Tenia que ser el. ¿Porque lo habrían elegido...? ¿Porque me habría abandonado?... Tiempos de guerra era la explicación que me daba a diario para convencerme a mi misma de que el me había dejado por hechos y no por sentimientos.

 Era catorce, un catorce de mayo recibimos la carta, el estaba sentado en el sofá y yo cocinado el almuerzo en la cocina. Ese día entendí que la felicidad que habíamos construido con los años se haba desmoronado en un abrir y cerrar de ojos. Una lagrima rodó por mi mejilla y cayo sobre un capullo rojo, de los mismos que el me había regalado el día en que pidió mi mano, años atrás, en aquel inolvidable lugar.

 Empezaba a nevar y la nieve se aglomeraba alrededor mio, sobre el pasto, tapando todo error y hecho que pudo haber ocurrido. El parche blanco que cubría todo parecía ser la única forma de olvidar... El hielo calaba los huesos, lo sentía congelar mi corazón y mis sentimientos.

 Me desplace por el claro hasta llegar a la laguna ya congelada, me embargo un olor a canela..., no, eran simplemente recuerdos, el olor a canela con el tè y el dulce sabor del kuchen desaciendoce en mi boca.

 Entonces me desperté con el ruido de un trueno en el cielo, sola, triste, y con el sabor amargo del volver a revivir el pasado. Simplemente había sido un sueño. Me levante, me puse el abrigo y fui a su tumba, donde descansaban los restos de mi amor eterno.

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Hola!!!!!!!!!!!! Como están??????? Verán, esto lo escribí simplemete porque estaba inspirada, no tiene nada que ver con la historia de Annalie. jeje
Dejen sus comentarios por favor, recuerden que el blog se alimenta de sus palabras. :P

Nuevo Libro.

Hola Lectoras!!!!!!!!!! Les cuento que quiero empezar un libro paralelo a este, ya se, ya se, me voy a lo grande pero esta historia me a estado rondando la cabeza por meses. La quiero pasar en limpio y subirla al blog.

Con respecto al libro se llama "Con los pies descalzos" y trata de una niña de 15 años, cuyo padre es drogadicto y tiene una enfermedad mental llamada ciclotimia, su madre le escondía la verdad a su hija para protegerla, pero la niña (cuyo nombre todavía no esta decidido) a los cinco años ve como su padre golpea a su madre por, según el, problemas de grandes. Ella esta obligada a madurar mas temprano de lo normal para así poder proteger a su hermana menor de "los problemas de grandes". Esconde su realidad tras una mascara fría y defensiva. Hasta que llega a su colegio un chico. El ve la realidad con otros ojos, de puntos de vista que nadie ve, y la chica, que como de costumbre se aleja del sexo masculino pensando que todas las personas correspondiente al sexo opuesto son igual que su padre. El chico le propone ayudarla a superar su "depresión"
tras escuchar rumores. Al sentirse atraído por el, no sabe si dejar el pasado atrás y entregarse a su amor o seguir protejiendo a su hermana, que es todo lo que aprecia.

Espero subir pronto el prologo, de la forma correcta jeje

Ahhh se me olvidadaba, si se les ocurre un nombre para la niña y para el chico por favor pónganlo en un comentario.
Ahhhhhhhhhh y por favor pongan su comentario, para saber que opinan sobre esto, ya saben que sus palabras  es de donde el blog se alimenta

Capítulo 03.

Pasamos toda la tarde subiendo y bajando escaleras con cajas. Algunas veces cargadas hasta no poder mas y otras, sin muchas cosas. Limpiando y sacudiendo ventanas. Ordenando y vaciando cajas. Estuvimos en eso unas 3 horas. Y ya era hora de la once.

-Bajen a tomar once-grito mi mama escaleras arriba.

-Ok, ya bajamos-le conteste yo.

-Chicas apùrence o se me va a quemar el pan.

-Ok -contestamos a la vez.

Entramos a la cocina y nos encontramos con una mesa improvisada hecha de cajas con un mantel rojo encima.

-Ann. ¿me pasas una nova de la caja sobre el mesón?

-Aja.

Fui a buscar la nova se la pase a mi mama y me senté junto a Norah en la mesa improvisada, ya que la mayoría de los muebles llegaban mañana.

-Norah ¿Donde queda el colegio?

-Mmmh, no muy lejos-hubo un silencio-. Ah, para que miento queda lejos-dijo cogiendo unas galletas y echándoselas a la boca-. Bajas dos cuadras por morquen y tomas un bus que en el recorrido indica el colegio. Hay pocos colegios en este pueblo, serán unos 4 o 5 ¿Por...?

-Mañana tengo que ir a matricularme.

-Ah-dijo atragantándose con las galletas-. ¿Te acompaño?-dijo tosiendo.

-No, no es necesario-le conteste mientras le pasaba un vaso con agua- Ten, bebe un poco.

-Gra-ci-as-dijo tosiendo.

-De nada.

-Y bien-dijo mi madre sentándose enfrente mio-¿Les gusto la casa?

-Sip.

-Es muy bonita.

-Que bueno que les guste-dijo mi mama-. ¿De que hablaban?

-Sobre el colegio-le conteste.

-Ah, Norah ¿Ocupan uniforme?-pregunto.

-No pero solo hay que respetar ciertas reglas-dijo mientras enumeraba con los dedos-. No usar cosas muy escotadas, no usar faldas muy cortas, no cosas muy provocativas, no cosas muy chillonas, etc...

-Ah, que bueno odio los uniformes.

-Si yo también-dijo dándole un sorbo a su tasa con leche-. Hace un tiempo los usaban pero no se porque nos dijeron, bueno dijeron ya que yo no estaba en ese tiempo, que podíamos usar lo que quisiésemos.

-Genial.

Nos quedamos conversando un buen rato hasta que Norah dijo que se tenia que ir a la hora y media de haber terminado de tomar once.

-¿Ann?-pregunto mi mama mientras fregaba un plato-. ¿Crees que te acostumbres?

-¿A que?

-Al nuevo colegio, ciudad y todo eso.

-Supongo que si-dije secando el plato-. Tendré que sobrevivir ¿No?-le conteste riéndome.

-Si, tendrás que hacerlo-dijo sonriendo.

Terminamos de lavar y secar platos. Me despedí de mi madre y subí las escaleras, me lave los dientes regrese a mi pieza, estire el saco en el piso y soñé.

"Unos ojos negros me miraban ¿Porque estaba aquí? y ¿Porque me tiraba del brazo?. No, el me estaba tirando para que corriéramos mas fuerte.


-Escúchame bien-dijo el mientras paraba de correr y chocaba con su espalda. Me tomo la cara entre sus manos-. No tienes que hacerlo-sus ojos me miraban, como queriendo taladrar en mi cerebro. Baje la vista. ¿¡Donde estaba?!


-Tengo que hacerlo-¿Esa era yo? Eso era imposible porque...


-¡No!. No debes-guau ese chico tenia carácter y se notaba que no lo sabia controlar. Me tomo las manos y las puso sobre su corazón-. Por favor no lo hagas.


-Tengo que hacerlo-dijo mi impostora. El se irguió y miro hacia su derecha. ¡Guauu! Si que era alto superaba el metro ochenta sin esfuerzo.


-¡Porque!-dijo tomándose la cabeza entre las manos-. ¡No es tu obligación! ¡Y.....! ¡Y no lo harás porque yo te lo digo!-dijo dándose la vuelta y masajeando sus sienes-. ¡No lo harás, me escuchaste!-dijo mirándome, tenia algo en la boca. No le entendía ni lograba escuchar bien.


-¡ Escúchame! NO te pido tu opinión al respecto ¿Ok? ¡Esto es cosa mía y tampoco te pido que me ayudes! ¿Bien? ¡y que es eso de darme ordenes, no eres mi padre!


-¡Mujer, solo escuchate! Suenas como una suicida, con esto corre peligro TU vida.


-¡Si lo se! Pero ese imbécil se metió con migo, matando a mi tío y secuestrando a mi madre. Lo va a pagar no importa si me matan, el va a pagar lo que hiso.


-¡¿Como se te ocurre decir eso?! ¡¿Que tu vida no importa?!


La mano que supuesta mente era mía, se levanto e hiva directa a su mejilla. El paro el golpe centímetros antes de que diera en el blanco, tomando mi muñeca. Mi otra supuesta mano intento repetir la acción, pero teniendo el mismo final.


-¡No vuelvas a intentarlo!-grito mientras su iris se volvía naranjo con rojo y amarillo, era como si se estuviese incendiando algo dentro de ellos. Mi supuesto cuerpo se giro intentando correr hacia algún lado pero había un circulo de fuego alrededor de el y "yo". Pero el fuego todavía no llegaba a una parte. Mi cuerpo se giro y corrió. Pero solo que esta vez escapando de el."


Me levante de golpe ¿Eso había sido una visión o un sueño? Ouch, me dolía la cabeza y veía borroso. No, no era un sueño, definitivamente había sido una visión. Porlomenos todavía no sangraba de narices. ¿Pero quien era el? ¿Y que hacia corriendo en un bosque?. Vi el reloj del celular, eran las seis cuarenta de la mañana ¿O eran las seis cuatro? A, que importaba. Me resfrege los ojos, y seguía viendo borroso. Me levante y fui al baño.

-Si, hay anda la sonámbula-me dije.

Y choque con la puerta del baño. Entre y me mire en el espejo. Tenia la parte de arriva a la derecha en la frente roja, por el portazo y la nariz y el menton manchado con sangre.

-¡Genial! Dos cauterizaciones para nada.

Tome algodón del un bolso y  lo unte en alcohol lo puse en mi nariz y baje por un hielo para mi frente. Era normal que sangrara de nariz después de una visión, o cuando estaba muy enojada, o cuando hacia mucho calor, o cuando tenia fiebre, o... en fin, sangraba mucho. Mi mama recurría casi siempre al otorrinonaringologo para cauterizarme, nunca con mucho éxito, pero servían. Pero estaba claro que el portazo había ayudado a la causa.

-¿Hija?, ¿Estas bien?-escuche desde la escalera- Mmmh, ¿Algo que me quieras contar?-pregunto bajando la escalera.

-Nada, solo.... me pegue un portazo que me regalo el baño como bienvenida-le conteste sacando el hielo del friser.

-jajaja-dijo llenando un vaso con agua-. ¿Termino rápido tu visión?

-No...

-Ann. Soy tu madre a mi no me engañas-dijo dandole un sorvo a su vaso.

-Si-suspire-. Un poco- mi mama comprendia que no me gustaba que me preguntaran sobre... eso. Y menos cuando no sabia de que se trataba, ya que pocas veces tenían sentido. Siempre eran totalmente ilógicas. Muchas veces me hacían sentir loca. Para que mentir. ¡Ya estaba loca!

-¿Has sabido algo de la abuela?-le pregunte queriendo desviar el tema.

-Si-dijo dándole un sorbo a su vaso-. La llame cuando llegamos, vendrá a visitarnos en unos días o semanas. Bill se a ido de su casa.

-¿Y porque?

-No lo se, tu sabes como es tu abuela.

-Si, si que lo se, Bill debió haber hacho algo.

-No lo se-dijo mirando el liquido de su vaso, mientras que lo hacia girar en su recipiente-.Ya no se que esperar de Emma.

Mi abuela, o como ella prefería que le llamáramos Emma (ya que casi nos mata por llamarle abuela, supongo que porque la hacia sentir vieja) tenia cierta debilidad por el alcohol y el cigarro. Hace mucho tiempo ella había tenido un "romance" con un tal James mientras tenia una relación con mi abuelo Omar (cosa que nunca conocí, ni me apetece hacerlo). Omar dejo embarazada a Emma, por lo que se hiban a casar en unos meses mas para no manchar el nombre de la familia de ambos, pero al enterarse del romance la abandono. Mi abuela se mudo a otra ciudad y tubo a mi madre. Después tubo varios novios, entre ellos Bill, que resulto ser el padre de mi tío. Tiempo después volvieron como pareja. Bill intento hacer maravillas con mi abuela, alejándola del cigarro, pero no tubo mucha suerte con el alcohol.

-Mmmh, ¿Que vas a hacer hoy?

-No lo se, creo que arreglar la casa-vertió el agua al fregadero-. ¿Quieres desayunar?

-¡Pero si son las seis y tanto!

-Si, ¿Pero tu crees que vas a dormir mas?-me pregunto alzando una ceja y llenando el hervidor.

-No, creo que no-dije dándome vuelta y subiendo la escalera-. Me voy a duchar.

-Bien pero apúrate ¿ Café, leche o tè?

-Café.

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Hola!!!!!!!!!!!!!!! aqui les tengo el tercer capitulo, espero subir pronto el cuarto ^-^.

Capítulo 02.

Norah era mi mejor amiga; se había mudado hace unos años porque sus padres se habían divorciado, ella se vino con su madre, y su hermano menor Seth se había quedado con su padre. Al mudarse, me quede sin amigos en el colegio y la ciudad. En el mundo habían dos personas que sabían sobre mis poderes: mi madre y Norah.

Subí las escaleras y me encontré con un espacio a mi izquierda y un baño a la derecha y dos piezas que daban al frente de la casa. Camine hasta la pieza de la izquierda después del espacio vació. Esta habitación daba con el viejo roble. Deje mis maletas a un costado que concistian en una mochila y una maleta mediana. Eran pocas cosas que quedaban  del incendio en la casa anterior. Razón y culpables de incendio: nadie. Yo tenia mis razones para creer que el acecino de mi tío y el responsable del incendio eran la misma persona.
Saque el teléfono y llame a Norah.

-¿Hola?.

-Hola. ¿Norah?

-Si, ¿Quien habla?

-Adivina.

-Bien-hubo un silencio-. Pista.

-Bicicleta, skate y mano rota.

-¿Ann?-se escucho una sacudida, como si se hubiese levantado-. ¡No!. ¿¡Cuando llegaste?!. ¡Oh, oh genial!. ¿Estas en la casa de tu tío? Me demorare mucho en llegar allá, te tendré que ir a ver mañana. ¡Huy no me acuerdo de la dirección! ¿Cual era? .....

-No estoy en la casa de mi tío, estoy en una que compro el, si bien recuerdo estoy a 4, 5, 6 cuadra de tu casa, llegamos recién.

-¿Enserio?.

-Aja, en morquen con océano.

-Ok, altiro voy para allá.

-No es necesario...-pero ya me había cortado. Al parecer ninguna de las dos habia cambiado mucho.

-Hey-dijo mi madre atrás mio-. Al parecer ya te agarraste una pieza-dijo chasqueando su lengua y apoyándose en el marco de la puerta-. ¿Es que tu madre no te a enseñado a expresar tus puntos de vista y llegar aun acuerdo?

-No, creo que no-me reí-. Supongo que tendrás que decirle que no me enseño bien, que no cumple su rol de la mejor manera y que es mejor que se dedique a otra cosa.

-Jaja-dijo sarcásticamente-. ¿Me ayudas con las cosas?.

-Bien.

-Hola, hola-dijo Norah desde la entrada dejando la bicicleta a un lado-. Al parecer no me demore mucho.

-Mama-le dije.

-Mmmh.

-¿Dejaste la puerta abierta, de nuevo?.

-Nooooooo, se abrió sola-dijo terminando de bajar la escalera-. Esa confianza madre-hija es lo que le falta a esta familia-dijo mientras abrazaba a Norah.

-Hola-dije abrazándola-. Al parecer te queda cerca.

-Sip.

-Bien-dijo mi madre-. Llegas justo a tiempo para ayudarnos a subir unas cuantas cajas.

-Creo que me arrepiento de haber llegado tan temprano- dijo a susurros.

-Si, ya lo veras.

-Aja, creo que lo voy a lamentar-dijo haciendo un puchero.

Capítulo 01.

Mentes esa era la palabra que mas odiaba. Siempre lo hice, lo hago y lo haré. No habría un cambio. Esa simple palabra me había cambiado la vida a los 6 años; cuando vi a mi padre peleando con mi madre. En ese momento no sabia quien era él.
Muchos psicólogos decían que era un hecho traumàtico haber visto a mis padres pelear, y que eso había producido que quisiese llamar la atención diciendo que podía leer sus mentes, o mejor dicho TODAS las mentes. Pero mi madre Berenise Armstrong, me sacara de terapia, incluso antes de que pudiese cumplir una semana.

-Ann...-una mano se agitaba delante de mi-. Anne...-no veía mas que dedos-. ¡Annalie Vaiolet Armstrong!, ¡¿Quesea me estas escuchando?!

Si, esa era mi madre, ella, digamos que tenia cierta manía por decir el nombre completo de una persona cuando querían que hicieran algo por ella o cuando estaba enojada. En consecuencia casi siempre.

-Emm... si, por supuesto-el viento me llegaba muy fuerte por lo que cerré la ventana del auto-solo para cerciorarme... ¿Que decías?

- Mmmh..., eso pensé-rodó sus ojos-. Te decía que cuando lleguemos a la casa iremos  enseguida a comprar alimentos y provisiones. Mañana en la mañana te iras a matricular al colegio. Ya que las clases empiezan en cuatro días. Por lo que ocuparemos el resto del día para instalarnos y el siguiente completo para arreglar las cosas y entonces...

Ah, se me olvidaba decir que también tiene una manía por planear todo y cuando digo todo, es absolutamente TODO aunque a los cinco minutos después se le olvidara debido a su mala memoria, seguramente se sentía bien sabiendo que tenia que hacer después del siguiente paso que diese, yo la verdad no entendía eso.

Ella sabia sobre mis "poderes" como ella solía llamarle, a la semana del "hecho traumatico". Mientras caminaba en la sala de estar pensando en como íbamos a conseguir dinero sin el apoyo económico de Fred (mi padre) y que íbamos a hacer. Yo le había contestado que no se preocupara y que íbamos a salir adelante. Ella me había quedado mirando muy...  fijamente; como diciéndome "de que me hablas". En ese momento empezaron las visitas al psicólogo, psiquiatra, etc... La verdad no la culpo, cualquier humano se volvería loco si supiese que tiene a una hija loca. Al tiempo después ella lo había aceptado y había aprendido a como bloquearme, cosa que yo se lo agradecía de veras. Pero siempre que estaba preocupada, tensa o alterada se lograban filtrar algunos pensamientos.

-... y bien que te parece el plan.

-Excelente, muy bien diseñado.

-No me escuchaste ¿cierto?-pregunto parando el motor.

-Aja

-Huy dios. Ann, Ann, Ann... tienes que aprender a concentrarte.

-¿Que te parece si parto mañana?-le pregunte.

-Como quieras-dijo dándome la opción- pero no te quejes después.

-Sip, no problem-le conteste saliendo del auto.

-Bien -dijo mi madre soltando un suspiro-. Llegamos.

Era una casa blanca de dos pisos, no estaba ni muy cerca ni muy lejos de las demás casas de igual color, tenia una entrada al garaje por la izquierda atravez de una puerta de madera. La entrada a la casa estaba un poco hacia la izquierda con un ventanal a ambos lados. En el segundo piso dos ventanales de igual tamaño. Por un costado a la derecha había un viejo roble que tapaba un poco del costado y del frente. No era ni muy moderna ni muy vieja. Con un diseño clásico, simplemente perfecta. Con un pasto verde enfrente y arbusto cerca de dos metros reemplazando las cercas. Todas las casas eran parecidas y sin rejas enfrente.

-Guau, es muy bonita,... espero que no sea inflamable-dije sonriendole.

-Si...-dijo mi madre mirando hacia abajo-. Se parece mucho al gusto de tu tío. Se nota que el la eligió.

Y me traspasaron imágenes de mi tío, cuando jugaban, sus voces, fotos, recuerdos. Cerré los ojos para tranquilizarme. Odiaba cuando ocurría el problema de las imágenes, siempre cuando los recuerdos, pensamientos o sentimientos eran muy fuertes. Tenia que cerrar los ojos por obligación ya que si no lo hacia la realidad y los recuerdos se mezclaban, se nublaban y mareaban. Al igual que las premoniciones que aveces tenia, que ocurrían  cerca de dos veces al mes siempre cuando estaba dormida.

-Si mama-dije abrazándola-. Se parece mucho a su gusto-queriendo omitir que el la había elegido- vamos mama, esta bien.

Mi tío padrino, había muerto desangrado hace unos meses. ¿Quien lo había hecho? Nadie sabia. Habían dejado de investigar a los dos meses despues de su muerte por falta de pruebas. El también había vivido en esta ciudad, pero hacia el lado oeste, en un pueblo muy parecido al que nos mudábamos, pero mucho mas rustico.

-Vamos entremos-dijo dándome unas palmadas en la espalda.

La casa era grande, entrando a la izquierda y derecha había un espacio despejado. Al fondo a la izquierda había una cocina americana. Al fondo a la derecha había una escalera de madera que daba al segundo piso y bajo esta una despensa. Y entre la cocina y la escalera había un ventanal para salir al patio.

-Es... es... muy grande

-Si, y eso que todavía no ves el segundo piso. Mira, aquí voy a poner el sillón largo-dijo poniendo el "sillón" entrando a mano derecha- y allá la mesa y acá el otro sillón ese que me regalo tu abuela-dijo moviéndose por la sala- acá el comedor-dijo parándose entrando a mano izquierda.

-¡Genial, mama!, ¿Vamos al segundo piso?

-Claro, pero déjame buscar mi celular-dijo mientras se tocaba los bolsillos-. Creo que lo deje en alguna parte.

-¡ De nuevo lo perdiste!, pero si se suponía que lo tenias en tu cartera.

-Ya lo se pero... ¿Donde esta la cartera?

-Mama esta en el mesón-dije indicándole-. Por allá.

-Verdad-y fue a buscarla-. Ves no esta-dijo baciandola sobre el mesón de la cocina.

-Bien, entonces debe estar en el auto.

-Ok, Ok no ya voy no me grites... solo-se dio vuelta y me miro fijamente-. ¿Andas en tu periodo?

-NOOO, mama porque no vas a buscar el celular.

-Bien, Bien, es que andas un poco alterada y enojona e irritante y un poco...

-Mama si entiendo-dije tomándola de los hombros-. Mira no ando con mi periodo y la verdad no se-me encogí de hombros-. Supongo que el cambio de colegio, casa, ciudad me tiene hacì. Aparte quiero ver pronto a Norah.

-Si, te entiendo-dijo tomándome las manos-. Es estresante pero te acostumbraras. Termina de conocer la casa, desempaca tus cosas y llama a Norah.

-Bien-y mi madre salio.